Enséñalos a usar la frustración a su favor
Aunque muchas veces se malinterpreta, un carácter fuerte no tiene nada que ver con la agresividad o el mal genio.
Aunque muchas veces se malinterpreta, un carácter fuerte no tiene nada que ver con la agresividad o el mal genio.
Sin lugar a dudas, en una escuela hay algunas cosas de mayor peso que otras. Sin embargo, «todas importan».
No hay infancias perfectas, ni padres perfectos; pero sí hay infancias felices y padres dispuestos. La manera en que los niños vivan su vida en los primeros años tendrá un impacto duradero.
Este artículo tendrá un tono más personal, pues la verdad es que es un tema del que me ha tocado aprender, experimentar, equivocarme y volver a intentarlo una y otra vez en casa.
La manera en que nos relacionamos con otros, especialmente con los más pequeños, es algo a lo que debemos ponerle muchísima atención. Esto definirá muchas áreas de la vida adulta que ese niño tendrá en un futuro y le servirá de ejemplo para él mismo relacionarse con otros.
¿Sabías que el amor es uno de los valores más importantes?
Incluso es uno de los primeros mandatos que Dios nos hace: amar al otro como a nosotros mismos. Esto da por hecho que el amor funge como una fuerza que nos lleva a la acción de servir, comprender y empatizar con el otro.
Mario, un niño de 11 años, llegó de la escuela frustrado. Su mamá le preguntó qué es lo que le sucedía, pero él no respondió y subió a su cuarto. En su habitación redactó un mensaje y le mandó un WhatsApp a su mamá, en el cual le contó que ha estado sufriendo bullying por sus compañeros y que no sabe cómo resolverlo.
Si pudiera enseñar todas las materias pero no amara a mis alumnos, yo solo sería un metal ruidoso o un címbalo que resuena.
Si tuviera la mejor didáctica y entendiera todos los nuevos descubrimientos de la ciencia y contara con todo el conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de abrir muchas escuelas, pero no amara a mis colegas, yo no sería nada.
Imagina que estás volando de Los Ángeles a la ciudad de Nueva York. Si el piloto que despega de Los Ángeles ajusta la dirección 3.5 grados al sur, llegaría a Washington, D.C., en lugar de llegar a Nueva York. Ese pequeño cambio apenas se notaría durante el despegue.
Siempre me pareció difícil hacer amigos verdaderos; cada año era comenzar desde cero. Para mí era muy importante rodearme de personas que me aceptaran y me quisieran tal y como era. No buscaba ser falsa para encajar y a veces esa necesidad complicaba las cosas.
En la película de La Novicia Rebelde, Julie Andrews canta sobre las pequeñas cosas que la hacen sentirse bien, como los bigotes de los gatitos, las teteras de cobre brillante y las gotas de lluvia sobre las rosas. Ciertamente todos nos alegramos por las grandes conquistas, pero estas se logran a través de las pequeñas prácticas.
Nos encontramos en el inicio de un nuevo año y por lo tanto, nos invade la idea de mejorar nuestras vidas con nuevas metas y hábitos que impactarán nuestro trabajo, nuestras relaciones y nuestra salud. Si alguna vez te has sentido presionado por esta idea de «empezar de nuevo» a principio de año, no estás sólo.
Para muchos de nosotros, empezar un nuevo año se siente como si nos dieran una hoja en blanco y la capacidad infinita de lograr cualquier cosa que nos propongamos, pero ¿te ha pasado que cada año vuelves a romper la dieta, dejas a medias el régimen de ejercicio o gastas más de lo que debes?
Fred Rogers, más conocido como el señor Rogers, encabezaba un programa de televisión para niños en Estados Unidos. Él no era sólo una personalidad televisiva querida; fue una fuerza orientadora que moldeó la infancia de millones de personas con su filosofía única.
¿Sabes qué son los valores? Son un conjunto de cualidades por las que una persona es apreciada o bien considerada, y aunque poco se habla de ellos, me gusta pensar en los valores como «no negociables». ¿Por qué? Porque no los debes cambiar por más que te quieran obligar o convencer.