Enfrentar un nuevo año

Imagina que estás volando de Los Ángeles a la ciudad de Nueva York. Si el piloto que despega de Los Ángeles ajusta la dirección 3.5 grados al sur, llegaría a Washington, D.C., en lugar de llegar a Nueva York. Ese pequeño cambio apenas se notaría durante el despegue. La punta del avión apenas si se movería un par de metros, pero si la distancia se magnificara durante el vuelo, el avión terminaría en un lugar que está a cientos de kilómetros del destino original. 

Ahora piensa que en este 2024 quieres ir a Nueva York al finalizarlo, no a Washington D.C. ¿Sabías que los malos hábitos, de manera muy sutil, pueden cambiar tu dirección? 

Recuerdo mis planes para el 2023 que escribí en una libreta de anhelos y metas por alcanzar. Aunque no pude cumplir todo el checklist inmenso que me propuse, recuerdo con mucha gratitud todos los beneficios del Señor. De hecho tuve un año revolucionario. Es decir, ¡no puedo creer que ya acabó! (si te identificas, regálame un comentario). Pero ahora debo enfrentar un nuevo año. ¿Cómo?

Enero me gusta mucho por ser el mes más frío del año y porque marca el inicio de una nueva temporada. Dato curioso, es el mes con más demanda para los gimnasios. ¿Has sido parte de esta estadística? La realidad es que en el día tomamos un sinfín de decisiones: apagar la alarma, lavarte los dientes, tomar agua, etc. y así sucesivamente los 365 días del año.

Ahora, quiero que pienses que pasaría si no tomas agua en un mes. Seguramente tendrías problemas de salud, pero no lo notarías en los primeros días. Piensa esto: de la misma forma que el dinero se multiplica mediante el interés compuesto, los efectos de tus hábitos se multiplican en la medida en que los repites. No parecen hacer mucho efecto en un sólo día, pero después de algunos meses o años el impacto puede resultar enorme.

«Del mismo modo, un pequeño cambio en tus hábitos cotidianos puede conducir tu vida a un destino completamente distinto». —James Clear.

Esto que nos platica el autor en su libro de «Hábitos Atómicos» es como una espada de doble filo que puedes usar a tu favor o en tu contra; lo bueno es que tú eres el único responsable del manejo. No se tú, pero a mí sí me gustaría terminar este 2024 en Nueva York y no en Washington, D.C.

Entonces, ¿cómo afrontar los retos del futuro, cumplir mis metas y objetivos para este 2024?

Los maestros hacen una labor titánica por la educación de las futuras generaciones. Se dice que un docente de primaria toma 1 500 decisiones por día, aproximadamente unas 4 decisiones por minuto. Es como si su cerebro fuera como un navegador con muchas pestañas abiertas. Aún así salen de sus casas listos y apasionados para cambiar el rumbo de nuestro país a través de una educación excelente y humana. Hay algunas recomendaciones que me gustaría compartir:

  • Sal de tu zona de confort e intenta incomodarte con frecuencia.
  • Antes de maestro, eres discípulo. Desaprende para seguir aprendiendo. ¿Te acuerdas de los hábitos? Pon el navegador hacia Nueva York y mantente en rumbo.
  • Visualiza la oportunidad en el conflicto, siempre la hay.
  • Usa alguna herramienta digital; el tablero de Trello es una excelente opción y hay una versión gratuita que puedes aprovechar.
  • La técnica pomodoro es un método de gestión de tiempo ampliamente recomendado para avanzar en tus metas y ser más productivo.

Sin embargo, estos son consejos sencillos y prácticos, pero no van al fondo del asunto. Los hábitos en sí mismos no van a cambiar el rumbo de tu vida, sino la decisión que tome el piloto de seguir el curso programado. En cierto modo, tú eres el piloto de tu vida. Pero muchos de nosotros le hemos pasado los controles a Dios, el Piloto por excelencia. 

Él ya dijo: «Yo soy tu pastor; nada te falta. En verdes prados te hago descansar. Junto a aguas tranquilas te conduzco; te infundo nuevas fuerzas. Aún si vas por valles tenebrosos, no tengas miedo porque estoy a tu lado. Mi bondad y tu amor te seguirán todos los días de tu vida».

Quizá estás atravesando una nueva temporada, con nuevas oportunidades, un camino que nunca has pasado. Como cristianos sabemos que el Señor ya ha recorrido este 2024. Para nosotros es un territorio desconocido, pero no para Él. Jesús conoce los caminos rocosos, empinados y difíciles. ¡Dejemos que nos lleve al destino que ha programado y mejoremos nuestros hábitos para ser útiles para Él! 

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2 respuestas

  1. Hermoso mensaje, sin duda me retó, ubicó y los consejos prácticos mencionados me serán de utilidad. Muchas gracias 🙂

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