Sin lugar a dudas, en una escuela hay algunas cosas de mayor peso que otras. Sin embargo, «todas importan». Cada departamento es un engrane de una gran maquinaria. No hay detalles de menor importancia. Nada se puede descuidar.
Como directores, necesitamos entender a detalle este gran rompecabezas que hace que la formación de nuestros alumnos sea completa.
Así como nos aseguramos de que nuestros alumnos reciban la mejor enseñanza, que nuestro departamento administrativo tenga las mejores herramientas contables, que nuestros maestros reciban las capacitaciones más actualizadas; así mismo, debemos asegurar la higiene y limpieza de los espacios físicos de nuestra escuela.
La higiene se define como el arte de conservar la salud y, por lo tanto, mejorarla. Esta palabra abarca desde el estado físico de los edificios escolares (es decir, que sean espacios iluminados, amplios y limpios) hasta el procurar la higiene de los alumnos, que además de su limpieza personal abarca también la postura física, los tiempos de descanso y los programas de educación física.
En este espacio nos dedicaremos a la higiene de los lugares físicos.
El aula es un espacio en el cual un gran número de estudiantes interactúa durante largas horas. Esto aumenta el riesgo de transmisión de bacterias si las instalaciones no están bien desinfectadas. Por lo mismo, debemos asegurarnos de minimizarlo.
El aseo e higiene regular y riguroso en nuestros centros educativos tiene varios beneficios.
Número 1: Menos enfermedades y contagios
Al mantener un alto estándar de limpieza y desinfección regular, el contacto entre las personas, y entre éstas y las diversas superficies, se hace menos propenso a la propagación de enfermedades.
Número 2: Más productividad
Al reducirse los niveles de ausentismo de estudiantes y docentes habrá un aumento en productividad. El mejor estado general de salud hará que sus mentes estén más alertas y receptivas al aprendizaje. Adicionalmente, un espacio limpio y de olor agradable es parte de un ambiente atractivo para el esfuerzo, la creatividad y la convivencia.
Número 3: Mejor imagen
Te sorprenderías al saber a qué grado le importa a los padres de familia que sus hijos pasen sus horas escolares en un lugar aseado y seguro. Ellos observan con gran detenimiento la limpieza tanto como la oferta educativa. Un centro educativo limpio siempre dará la impresión de ser seguro y confiable, y es sinónimo de orden e interés por la calidad de aprendizaje y bienestar de todos.
La salud y el bienestar de los alumnos y el personal son la responsabilidad del centro educativo todo el tiempo que están en nuestras instalaciones.
Es necesario, por lo tanto, revalorar el papel y la importancia de nuestro personal de intendencia. Es vital proveerles capacitación profesional, no sólo buenos productos de limpieza. Así adquirirán aquellos procesos y procedimientos que aseguren una verdadera higiene, desinfección y sanitización de nuestros espacios.
La motivación y valorización de este departamento producirá que no sólo tengamos altos estándares de higiene y limpieza, sino que también a través de ellos estaremos educando a nuestros alumnos. Nuestros alumnos verán la importancia que damos a este aspecto y se convertirá en parte de los buenos hábitos que ellos mismos abrazarán y llevarán a cabo toda su vida.
