¿Cómo educar sin SEP?

En los últimos años se ha considerado que la educación inicia cuando se lleva al niño a un lugar de cuatro paredes llamado Maternal o Preescolar, en donde una maestra lo recibirá cada mañana. Posiblemente iniciará el día cantando, jugando, entreteniéndolo y después de la jornada los padres de familia recibirán algunas manualidades elaboradas por las mismas maestras. Para algunos, no se considera como indispensable los primeros años de estudios pero es lo que permite que ambos padres salgan a trabajar y así sostener económicamente a la familia. 

Otro grupo de personas cada vez más cuentan estos años como esenciales para que los niños estén estimulados según su edad, tengan experiencias que les permitan desarrollar sus inteligencias o incluso que sean estas opciones un canal para puertas abiertas en ambiente educativos de «más valor» a futuro. 

Ya sea que los niños asistan a un colegio privado, una escuela pública o se queden en casa, no podempos dejar de lado que son los padres que inician el proyecto de la educación. 

Juan Amos Comenio, uno de los padres de la pedagogía moderna, en su libro de Didáctica Magna mencionó en 1631 que, los primeros años del niño son con el fin de prepararlo para el ingreso a la escuela primaria. «Esta educación doméstica ha de realizarse dentro del hogar, por lo que toda madre debe ser ante todo educadora». Con este texto Comenio se constituye en el precursor de jardines de niños, a los que les dio este nombre. 

Estamos en tiempos donde ambos padres de familia salen de casa para trabajar y así los niños desde más pequeños son expuestos a la vida de guarderías, maternales o preescolares. Aún así, no debemos olvidar el rol de los padres de familia, al contrario debe mejorar y ser aún más intencional. 

Es preciso recordar la ordenzanza que Dios establece en su palabra a los padres sobre enseñar e instruir a los hijos. Deuteronomio 6:6-9 NTV dice:

Debes comprometerte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te entrego. Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalos a tus manos y llévalos sobre la frente como un recordatorio. Escríbelos en los marcos de la entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad.

Esto es un compromiso y una responsabilidad que los padres de familia adquieren al tener hijos y que inicia en el vientre. Desde ahí, comienza la necesidad de la educación, los valores, los conocimientos respecto a la vida y la forma en la que se conducirán en este mundo y con los demás. 

Juan Comenio menciona que: «La educación que debe comenzar dentro del vientre materno no debe terminar sino con la muerte».

Te llevé por este camino porque si bien es cierto que necesitamos llevar a los niños a la escuela, buscar un sistema educativo en donde podemos asegurar que están aprendiendo es un reto, pero no es imposible. Encontrar lo necesario para ellos es uno de los compromisos más fuertes. El primer maestro, y el mejor sin duda, de tus hijos, eres tú. Ahora, ¿qué es lo que más nos carga o nos afana en este momento? ¿el respaldo acádemico? ¿la validez de lo que está cursando el niño? ¿lo mucho o poco que aprende? ¿si es el que tiene la mejor calificación del salón? Sé que más de una de las cosas que menciono son prioridad para ti. 

El sistema educativo en México nos ha hecho a creer que para que tu boleta de grado o el aprendizaje que lleva tu hijo sea válida necesitas pertenecer a una escuela pública o privadas que tenga la validez de la SEP.

Actualmente existen muchas familias que han decidido romper con este paradigma y encontrar una educación más enfocada en sus valores, necesidades familiares e incluso su sistema familiar no convencional. 

Sistema Educativo LAM cree firmemente que uno de los llamados más importantes que tiene un padre/madre de familia es el compromiso de la educación de su hijo tanto si desea educarlo desde casa, llevarlo a una escuela privada o incluso si debe llevarlo a una escuela pública. Todo nace desde casa y desde ahí se buscarán y tomarán las mejores decisiones a favor de tus hijos, tanto en instrucción como en el cuidado. 

Esto es posible, gracias al Convenio de la Haya en donde podemos validar los estudios de los alumnos a través de una escuela extranjera. (Puedes leer más del convenio de la Haya en este enlace: https://bit.ly/3CNNpsP)

Por lo tanto, si tu familia busca salir de un paradigma en el que te han querido encasillar posiblemente esta opción que nuestro sistema educativo ofrece cambiará no solo tu perspectiva sino la manera en la que te involucrarás en la educación de tus hijos y así mismo la libertad que necesitabas. 

La opción de nuestra certificación permite que eduques con un sistema que tiene una validez internacional por medio de una escuela extranjera en Estados Unidos. Con esto puedes obtener año con año un respaldo académico.

Esta opción ha beneficiado y apoyado a aquellos con una rutina diferente o no convencional, aquellos que desean cuidar y desarrollar un ambiente con una cosmovisión cristocéntrica o simplemente ir de la mano con sus hijos para asegurarse que el aprendizaje está siendo ideal para ellos y lo que necesitan. 

Te animamos a que hagas lo necesario por informarte, por buscar las mejores opciones educativas para tus hijos. Sobretodas las cosas que te involucres en cada proceso y tengas claro que el responsable de la educación de ellos eres tú. 



Si quieres conocer más de nuestro sistema y el proceso de certificación, envía un correo a: [email protected] o visita nuestra página web www.sistemalam.com

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