¿Qué podemos hacer como escuelas para vivir de una manera más ecológica? Probablemente se nos ocurran muchas ideas para reducir la huella de carbono o para proteger el ambiente. En las redes podemos encontrar propuestas y pasos a seguir.
Sin embargo, no olvidemos que nuestro trabajo es educar, y precisamente, podemos influir mucho en nuestros alumnos y centros de trabajo para cuidar el mundo en el que vivimos. ¿Qué te parece si ayudamos en las cosas pequeñas que al sumarse se convierten en grandes fuentes de ahorro y cuidado?
1. Luces, luces, luces
Son las once de la mañana y muchos salones tienen la luz prendida. Los chicos salen del baño y no apagan el interruptor. Pasillos y focos en exteriores se quedan con las bombillas encendidas. ¡Aprendamos a apagar la luz!
Sólo usemos la luz eléctrica cuando sea absolutamente necesario. Si entrenas a todo el personal y al alumnado puedes ahorrar hasta 15% sólo por apagar las luces que no se necesitan.
Además, aprovecha la luz solar. Cuando sea posible, invita a maestros y alumnos a abrir ventanas, cortinas y persianas. La luz solar no sólo alegra el salón, sino que mejora la visión y ayuda con la motivación.
Por otro lado, las computadoras y los monitores usan mucha energía cuando no están en uso. Asegúrate que todas las computadoras entren en modo de hibernación después de diez minutos de no usarse. Cambia también los focos por unos ahorradores, si es que no lo has hecho en varios años. ¡Y revisa que todo esté apagado el viernes antes del fin de semana! No quieres gastar innecesariamente.
2. Minimiza el uso de papel en todas sus formas
No imprimas cartas o información que puedas enviar a los padres mediante un correo electrónico o el sistema de comunicación electrónico que utilice la escuela. Del mismo modo, transfiere a un modo electrónico documentos como listas de útiles, refrigerios, incluso permisos escolares.
Recicla, recicla, recicla. Si tus maestros necesitan imprimir una hoja de trabajo, invítalos a usar papel reciclable. Coloca una caja en el salón de copiado donde los maestros pueden depositar hojas de un sólo uso, para que ellos mismos utilicen esas hojas para imprimir o fotocopiar nuevas actividades.
Explica a los niños la importancia de reciclar papel. Así que acepta tareas en papel reciclado. También, si vas a invertir en una máquina de fotocopiado, asegúrate que imprima por los dos lados.
Otra idea es que los maestros usen algunas hojas de trabajo dentro de protectores de hojas de plástico. Que los alumnos escriban encima con crayones o plumones de agua, y luego los borren para que otro grupo los pueda volver a usar.
También puedes invertir en pequeñas pizarras blancas que puedes repartir a cada alumno. En ellas pueden realizar operaciones matemáticas, respuestas a preguntas durante concursos, ¡y no utilizas papel!
3. En la hora del almuerzo
Invita a los niños a no desperdiciar comida. Sugiere a los padres refrigerios nutritivos y preparados en casa que puedan enviar en loncheras herméticas y que eviten la comida chatarra y el uso excesivo de contenedores de plástico. También acepta sólo el uso de botellas de agua de uso personal, no desechables, y coloca dispensadores de agua. Evita que los alumnos beban jugos, refresco o cualquier bebida que no sea agua.
Si tienes una cafetería, tú sabes la cantidad enorme de plástico que puede producir. Decide el uso de contenedores de vidrio o metal, o de otro material que puedas lavar y limpiar con facilidad, para evitar el uso de platos y vasos desechables.
4. Plantas y jardines
Los estudios han demostrado que las plantas dentro de las casas y habitaciones purifican el aire y proveen beneficios a la salud. Ten una o más macetas en lugares estratégicos del salón y haz un rol para que los alumnos las rieguen y cuiden.
Si puedes, también prepara un lugar en la escuela para sembrar una hortaliza. Los alumnos aprenderán jardinería y pueden cosechar condimentos, verduras o frutas para su consumo. No sólo aprenden, sino que también estos espacios verdes le dan vida a tu escuela.
5. Ahorremos agua
Repara rápidamente cualquier fuga. Incluso una pequeña fuga en un escusado o una gota en una llave puede desperdiciar muchos litros de agua en un día. Cuando sea posible, cambia los escusados por los más modernos que ahorran agua. Si vives en un lugar lluvioso, recolecta agua de lluvia y utilízala para regar plantas y jardines.
No laves los pinceles bajo el chorro de agua. Usa una cubeta con agua para lavar los más que puedas.
Entrena a los niños para que no desperdicien agua a la ahora de lavarse las manos. Enséñales cómo hacerlo adecuadamente y coloca carteles en los baños con recordatorios.
Existen muchas más cosas que puedes hacer, como usar material reciclable para manualidades y cosas artísticas, u organizar un día de reciclaje. Sin embargo, esperamos que algunas de estas ideas te inspiren para un regreso más ecológico.
