La mentalidad de crecimiento en el aula

Existen muchos factores que afectan la capacidad de aprendizaje y desarrollo de los estudiantes dentro y fuera del aula. Una de las limitantes es si los estudiantes creen o no que tienen la capacidad de aprender. La psicóloga Carol Dweck escribe de esto en su investigación sobre los tipos de mentalidades. En su libro «Mindset: La actitud del éxito», Dweck explica que las personas con mentalidad de crecimiento creen que su inteligencia y habilidades pueden desarrollarse a través de la dedicación y el trabajo duro, mientras que las personas con mentalidad fija creen que su inteligencia y habilidades no se pueden cambiar significativamente a través del esfuerzo.

La investigación de Dweck ha demostrado que las personas con una mentalidad de crecimiento tienen más probabilidades de aceptar los desafíos, persistir frente a los obstáculos y ver el fracaso como una oportunidad de crecimiento. También es más probable que asuman riesgos y busquen oportunidades de aprendizaje.

El concepto de mentalidad de crecimiento tiene implicaciones significativas para la educación. Cuando los educadores cultivan una mentalidad de crecimiento en los estudiantes, los ayudan a desarrollar un amor por el aprendizaje y una creencia en su propia capacidad para mejorar. Cultivar una mentalidad de crecimiento en los estudiantes puede conducir a un mayor rendimiento académico, resiliencia y bienestar general. 

Al enfatizar la importancia del esfuerzo y la perseverancia, y al alentar a los estudiantes a ver los desafíos como oportunidades de crecimiento, los educadores pueden ayudar a los estudiantes a desarrollar una mentalidad de crecimiento que les puede servir durante toda su vida. 

Aquí hay algunas formas en que se puede aplicar una mentalidad de crecimiento en la educación:

a) Fomentar un enfoque en el esfuerzo. Al enfatizar la importancia del trabajo duro y la perseverancia, los educadores pueden ayudar a los estudiantes a ver que sus habilidades no son fijas y que tienen el poder de mejorar a través de la dedicación y la práctica.

b) Elogiar el progreso y la mejora. En lugar de centrarse únicamente en las calificaciones o los puntajes de las pruebas, los educadores pueden ayudar a los estudiantes a ver el valor de progresar y mejorar con el tiempo. Al celebrar los pequeños éxitos en el camino, es más probable que los estudiantes mantengan la motivación y continúen trabajando para alcanzar sus metas.

c) Crear un ambiente de aprendizaje seguro. Cuando los estudiantes se sienten seguros para tomar riesgos y cometer errores, es más probable que participen en experiencias de aprendizaje desafiantes que pueden ayudarlos a crecer. Los educadores pueden crear un entorno en el que los estudiantes se sientan apoyados y alentados a correr riesgos y aprender de sus errores.

d) Enseñar a los estudiantes a aceptar los desafíos. Cuando se anima a los estudiantes a asumir tareas desafiantes, es más probable que desarrollen resiliencia y perseverancia. Al enseñar a los estudiantes que los desafíos son oportunidades de crecimiento, los educadores pueden ayudarlos a desarrollar una mentalidad de crecimiento y amor por el aprendizaje.

Como educador tienes la capacidad de afectar grandemente la vida de tus alumnos para bien. Al adoptar el concepto de mentalidad de crecimiento, los educadores pueden ayudar a los estudiantes a desarrollar las habilidades y la mentalidad necesaria para tener éxito en la escuela y más allá.

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