De mamá a mamá

El año está por finalizar, es diciembre y con ello se percibe un ambiente de paz y reflexión. Muchos sentimos la necesidad de mirar atrás, analizar algunas decisiones importantes que tomamos en el camino, los momentos que nos gustaría recordar por siempre… y aquellos que quisiéramos que jamás hubiesen ocurrido.

Este año en particular fue un reto; como lo es cada año en el camino del Señor; sin embargo, este año ha sido intencional. Casi al inicio de este año mi vida se quebró en el lado emocional y con ello se desvaneció la esperanza, la fe, el amor y las ganas de vivir. Cabe mencionar que estoy felizmente casada, tengo dos pequeños hijos que gozan de salud. Quizá para muchos o algunos no tendría ningún buen motivo para derrumbarme, para deprimirme y mucho menos, perder el sentido de la vida; sin embargo, así sucedió.

En el caminar con Cristo encontramos un sin fin de bendiciones, pero también de sinsabores, y esto no es sino sólo la confirmación de las palabras de Jesús: «Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.» Juan 16:33 (NTV).

Todo me llevó a seguir con mi vida normal, pero sin rumbo fijo ni propósito. Buscaba a Dios, pero ya no le escuchaba ni estaba segura de entenderlo. Cada actividad, cada parte del día se fue haciendo una carga cada vez más y más pesada. En el camino, tuve el acompañamiento de mujeres increíbles, quienes me levantaron en oración, escuchaban acerca de mis cargas y me alentaron a buscar ayuda.

Te cuento esto porque muchas de ustedes son maestras, son mamás que hacen escuela en casa, pastoras, mentoras, amigas, cristianas; en ocasiones, el rol que desempeñamos nos hace creer que no podemos ser vulnerables, que no podemos equivocarnos y caernos, que no podemos pedir ayuda.

Tengo la certeza de que la ayuda primordial viene de Dios. Aunque a veces sentimos que calla, jamás nos abandona. Una prueba de ello es poder llevar las cargas los unos de los otros; usa los dones y talentos que ha depositado en el cuerpo de Cristo para servirnos entre nosotros.

Algunas tenemos luchas con el concepto de ser mujer; el que nos enseñaron toda la vida y no el modelo que Dios pensó desde antes de crearnos; otras, luchamos con el concepto de maternidad, si somos autoritarias, permisivas, ausentes, absorbentes; otras, luchamos con el concepto de esposa, lo que vimos en casa, con la familia, lo que observamos en la iglesia y al estudiar la Palabra de Dios.

¡No estás sola!, vas y vamos acompañadas las unas de las otras. Quiero decirte que me he sentido como tú, con todas esas luchas internas, esa lucha que decía Pablo: «Realmente no me entiendo a mí mismo, porque quiero hacer lo que es correcto pero no lo hago. En cambio, hago lo que odio.» Romanos 7:15 (NTV). Las luchas vienen desde el día en que el ser humano pecó hasta nuestros días, pero ahora tenemos al Espíritu Santo que nos guía: te invito a leer o escuchar el libro completo de Romanos.

La maternidad es uno de los roles más importantes, demandantes y sacrificiales que existen en la vida y es por eso que quiero dejarte un versículo que me ha alentado: 

«Sin embargo, las mujeres se salvarán al tener hijos, siempre y cuando sigan viviendo en la fe, el amor, la santidad y la modestia.» 1 Timoteo 2:15 (NTV).

Al estudiarlo me encontré con dos premisas:

  1. La mujer al aceptar su rol como madre, salvará lo que Dios formó en ella: el deber como madre de cuidar, proteger, amar y velar la vida de sus hijos, guiando con ejemplo, amor y sabiduría por el camino del conocimiento de Dios.
  2. A pesar de la dureza del camino: ya sea desde la concepción, el embarazo, el alumbramiento y el resto del camino; Dios sostendrá la vida de la mujer por más duro que sea.

 

Aunque es muy corta la explicación de cada premisa, creo que podremos ver la fidelidad de Dios en cada una de ellas. Estudia la Biblia y permite que el Espíritu Santo te guíe

A mí me animaron, trajeron una esperanza de que Dios Todopoderoso me eligió y me ha cuidado en todo momento; me ha diseñado para desempeñar cada rol que vivo esta temporada y en la vida. Me gustaría tanto que también te anime a ti.

Por último, te dejaré dos recomendaciones de libros que en este año 2023 me ayudaron a entender un poco más del pensamiento de Dios hacia la mujer, cómo Él nos creó y lo increíble que Él ha depositado en cada una de nosotras. 

El año ya ha terminado, pero veremos más de Dios el año que viene.

Libros recomendados:

  • Cautivante. Stacy y John Eldredge (2005)
  • Belleza extrema. Sharon Jaynes (2007)

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2 respuestas

  1. Gracias por los temas educativos publicados en este espación lo que en verdad se esperaba y considero que va ha ser de mucha ayuda para la orientación para el siguiente año, espero recibir más temas y aprovecho para saludar al equipo LAM y desearles feliz año 2024, que nuestro Señor Jesucristo sigue obrando por medio del espiritu Santo haga fluir mas bendiciones para los colegios de latinoamerica y de esa manera ensancharmos el reino de nuestro Padre Celestial.

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