¡Tienes un proveedor!

¿Alguna vez escuchaste a alguien decir que estaba falto de alimento y de pronto un conocido llegó a su hogar con una gran despensa sin haberla pedido? ¿O tal vez conoces a alguna persona que fue a pagar una deuda y al llegar a liquidarla se enteró que ya estaba saldada? ¡Yo sí!

Durante el caminar en mi vida cristiana he escuchado múltiples testimonios de personas que han sido provistas de forma milagrosa de una u otra forma. 

Posiblemente esto nos sorprende a ti y a mí cuando escuchamos experiencias así, pero ¿no es Dios nuestro proveedor por excelencia?

Hoy quiero hablarte a ti, padre de familia, maestro, director o pastor que a veces pierdes la confianza en la provisión de Dios. Quiero hablarte a ti que te sientes solo, sin salida e incluso abandonado por tu Padre Celestial.

¡Dios está a tu favor! ¡Dios es tu proveedor!

Sé que cuando los momentos de crisis llegan es común sentir la tempestad y dudar de si lo que estamos haciendo es lo correcto.

Tal vez te cuestiones constantemente: «¿Habrá sido una buena decisión iniciar escuela en casa aún con muchas deudas?». «Soy maestra y aún no veo los frutos de mi esfuerzo, ¿no me equivoqué en mi llamado?». «No logro completar el sueldo de mis maestros el próximo mes, ¿deberíamos cerrar la escuela?» «Dios puso en mi corazón abrir un centro educativo, pero no tengo finanzas estables ¿será posible lograrlo?».

La Biblia nos enseña en Jeremías 29:11 que el Señor tiene planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darnos un futuro y una esperanza.

Dios desea que caminemos en fe y con valentía, creyendo que Él es nuestro supremo proveedor y que nada de lo que vivimos o pasamos está fuera de su capacidad y control.

Muchas veces leemos la historia de Adán y Eva como referencia para hablar de la desobediencia y el pecado, pero no como un relato donde Dios mantuvo su amor, cuidado y provisión antes de la caída y después de ella.

Veamos cómo provisionó Dios a Adán antes de que ambos pecaran:

«Dios el Señor hizo que creciera toda clase de árboles atractivos a la vista y buenos para comer». Génesis 2:9 (NVI).

«Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara». Génesis 2:15 (NVI).

«Luego Dios el Señor dijo: “No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada”». Génesis 2:18 (NVI).

«De la costilla que le había quitado al hombre, Dios el Señor hizo una mujer y se la presentó al hombre, el cual exclamó: “Esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Se llamará mujer porque del hombre fue sacada». Génesis 2:22-23 (NVI).

Ahora, veamos cómo provisionó Dios a Adán y Eva después de pecar:

«Dios el Señor hizo ropa de pieles para el hombre y su mujer, y los vistió». Génesis 3:21 (NVI).

No sé tú, pero al leer detenidamente la provisión de Dios que nos muestra Génesis, me dio una esperanza y un sentimiento de gratitud.

¡Qué maravilloso es Él! Me encanta que después de verse enojado (no lo dice la Biblia, pero creo que es lógico que lo estaba) porque comieron del fruto prohibido les dio vestimenta antes de salir del Edén.

Esto me hace pensar y recordar que Dios siempre nos acompaña en nuestra debilidad y en los momentos más difíciles que podamos experimentar. Su amor es tan grande que no nos desampara. Su amor es tan grande que de alguna u otra forma la bendición llega sin siquiera esperarla.

Dios nos entregó a Jesús para ser salvos (provisión).

Jesús resucitó, pero nos dejó un consolador, el Espíritu Santo (provisión).

Dios creó un sistema solar, formó las estaciones del año, hizo crecer plantas y frutos de ellas; en otras palabras, la tierra se hizo funcional para producir alimentos. Hoy disfrutas el olor a tierra mojada y tienes una fruta favorita.

Desde el inicio de la Tierra y la vida, Dios ha sido un fiel proveedor.

Papá y mamá, no dudes en si estás haciendo lo correcto al brindarles a tus hijos un nuevo sistema educativo. Él es tu Dios y tu Padre, y un Padre como Él siempre tiene cuidado de su creación.

Maestro, director y pastor, ¡no tengas miedo por lo que viene! 

Si Dios te ha llamado a formar vidas y construir mejores generaciones es porque está en sus planes. ¡Escúchalo y camina en fe! Él no deja a ningún justo desamparado.

No estás solo, no estamos solos. Hay un proveedor en el cielo que nos da con sabiduría a cada uno lo que necesita y nos ama con amor eterno.

«Si Dios cuida de manera tan maravillosa a las flores silvestres que hoy están y mañana se echan al fuego, tengan por seguro que cuidará de ustedes. ¿Por qué tienen tan poca fe? Así que no se preocupen por todo eso diciendo: “¿Qué comeremos?, ¿qué beberemos?, ¿qué ropa nos pondremos?”. Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su Padre Celestial ya conoce todas sus necesidades». Mateo 6:30-31 (NTV).

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