Preparación mental, emocional y espiritual del padre educador

Muchas veces me han preguntado cuál es la preparación académica que debería de tener un padre cuando decide educar en casa. En ese sentido, yo siempre digo que no se necesita tener una preparación académica especial. No es necesario ser maestro ni pedagogo ni nada parecido. Tampoco es indispensable que se tenga una carrera universitaria para este fin. Pero de lo que poco se habla y que es de mucha más importancia, es de la preparación mental, emocional y espiritual que debe tener un padre cuando toma esta importante decisión. 

En este sentido, te voy a contar lo que me hubiera gustado saber antes de comenzar en este camino que tomamos ya hace 11 años atrás.

1. La preparación mental

Para lograrlo, necesitas dos cosas fundamentales: estar muy bien informada sobre este estilo de vida y mentalizarte para no esperar que todo salga siempre perfecto ni en base a lo planeado. Primero, debes conocer todas tus opciones y definir si van a llevar tal o cuál currículo, o si aprenderán por proyectos o en base a los intereses de sus hijos. Además, piensen si van a certificar grado por grado o todo junto, y muchos detalles más para los que deberás tomarte el tiempo de investigar e ir probando qué les va a funcionar mejor. En segundo lugar, debes planear, sí, pero después deberás estar preparada para improvisar y hacer algunas cosas sobre la marcha y para otras que no saldrán tal como esperabas. También deberás crear rutinas sustentables para tu familia y su ritmo de vida.

2. La preparación emocional

Debes estar muy preparada para esto. Es como subirte a una montaña rusa: a veces estarás arriba, en calma total, feliz y plena disfrutando el paisaje hermoso, y de pronto todo parecerá venirse cuesta abajo y sentirás perder el control de momento. Prepárate para los altos y bajos de este camino, pero recuerda, justo cuando estás abajo, volverás a subir y a recordar por qué haces lo que haces. Volverás a enfocarte y retomarás el rumbo. Y al igual que en la montaña rusa, al final verás que sin duda ha sido un viaje increíble y todo ha valido la pena.

3. La preparación espiritual

Si algo en este camino va a ser imprescindible va a ser tu comunicación y relación constante con Dios, justo por lo que te platicaba arriba. Cuando vayas cuesta abajo, deberás saber que no estás sola, que Dios está a tu lado dispuesto a darte la gracia, paciencia y sabiduría que vas a necesitar y Él te va a capacitar para suplir las necesidades de tus hijos. Justo cuando sientas que algo se sale de tus manos, debes saber soltar esa ansiedad y poner tu confianza y descanso en Aquel que es capaz de controlar todo lo que tú no puedas. Algo es seguro, tu dependencia de Dios irá en aumento conforme avances en este camino.

En conclusión, prepárate para días tanto impredecibles como maravillosos. Habrá días increíbles, llenos de aprendizaje, abrazos, manualidades, cocinar juntos y mucho más; pero también prepárate para días en donde todo parezca caótico y nada haya salido como lo habías planeado. De todas formas, siéntete orgullosa de haber dado lo mejor de tu día y tiempo a quienes más te necesitan y a quienes tú más amas: tus hijos.

Compartir:

2 respuestas

  1. Así es, hubiera querido saber eso antes también, pero ahora que lo sabemos podemos enseñar a los que vienen, parece una eternidad para que nuestros hijos lleguen a un grado donde no dependen tanto de nosotros pero la verdad es muy poco el tiempo que tenemos para enseñarlos y más que todo discipularlos en el Evangelio. Disfrutemos esta labor ardua pero sumamente gratificante que nos dio El Señor en esta tierra. Bendiciones.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Nombre *
Correo *
Teléfono *

¿Ya conoces nuestro Blog LAM?

¡Regístrate a nuestro Newsletter y obtén envío gratis!*
Nombre *
Apellido *
Ciudad *
Teléfono *
Correo *

*Aplica solo para la república mexicana.
Ingresar