¿Recuerdas cómo fueron tus maestros en tu infancia? ¿Recuerdas qué tan pacientes fueron contigo?
Empecemos este artículo conociendo el significado de la palabra paciencia. Paciencia es la capacidad y/o virtud de saber esperar con calma y tranquilidad ante alguna situación.
Esta palabra la hemos escuchado muchas veces a lo largo de nuestra vida, y en ocasiones no es sencillo ponerla en práctica, más cuando se trata del salón de clases o el hogar. Sin embargo, la paciencia es una muestra de amor.
¿Qué se requiere para tener más paciencia?
1. Requiere esfuerzo. Sabemos que esta labor no es sencilla, pero siempre esfuérzate por dar lo mejor de ti, toma tu llamado como un tesoro para tu corazón, Jesús te capacitará para poder desarrollar nuevas capacidades y talentos, y esto incluye la paciencia.
2. Requiere ayuda. No siempre podemos solos, el pedir ayuda nos abrirá una puerta de cercanía y confianza, para aprender nuevos conocimientos y experiencias. Ora por paciencia cada día, y cuando estés en esos momentos en que piensas que vas a explotar.
3. Requiere servicio. Jesús en su palabra nos habla del servicio a los demás. Con esta práctica llevada a cabo en tu salón de clases o en casa, te permitirá ser testigo de los resultados de servir a los demás. Será gratificante y tendrás tu corazón lleno y dispuesto para con tus alumnos o hijos.
4. Requiere de humildad. No estamos exentos de nuestros errores, todos los días aprendemos algo nuevo. Dios nos ha dado una promesa para los que confiamos y creemos en Él, y es que Él estará con nosotros todos los días de nuestras vidas a pesar de nuestras fallas. Dios quiere que tengamos esa actitud de bondad y misericordia hacia las faltas tanto de otros como de nosotros mismos. Así podremos crecer en humildad y gracia para la gloria de Él y podemos ser un reflejo para nuestros hijos, alumnos, familia, etc.
La Biblia nos dice que el amor es paciente. ¡Pero cuánto cuesta! Aún así, sigamos siendo un instrumento para otros, sigamos siendo esa extensión del reino. Sigamos atendiendo a ese llamado al cual Dios nos ha ordenado y sobre todas las cosas, hagamos las cosas con paciencia, una de las más grandes muestras de amor.
