La importancia de la educación cristiana en el desarrollo de los niños

El ser humano es el resultado de todos los paradigmas mentales que se han formado a lo largo de los años. Somos el resultado de lo que pensamos y de quien depositó esos pensamientos en nosotros.

Es importante entender que los paradigmas mentales son teoría o conjunto de teorías cuyo núcleo central se aceptan sin cuestionar, RESALTO: SIN CUESTIONAR. Estas teorías (que puede que no sean ciertas), suministran la base y modelo para resolver problemas y avanzar en el conocimiento de la vida diaria. 

El por qué hacemos lo que hacemos, creemos lo que creemos y aspiramos a cumplir los sueños que tenemos, está en los paradigmas que hemos abrazado.

En otras palabras, un paradigma es un modelo mental, son normas, creencias y procedimientos que guían a las personas. También son patrones sostenidos en alguna disciplina. 

Los paradigmas juegan un papel importante en la educación porque estos a su vez crean nuestra cosmovisión de las cosas. Es decir, la imagen del mundo que tenemos, cómo lo interpretamos y la forma que le damos. Hay cosmovisiones de todos los tipos, colores, sabores y formas que te puedas imaginar. Estas cosmovisiones se aplican a todos los aspectos de la vida: política, economía, cultura e incluso educación. 

Nadie se salva de no tener una cosmovisión de la vida, todos tenemos una interpretación de todo con lo que estamos en contacto, sea algo tangible o intangible.

Para poder tener un mayor entendimiento de qué es una cosmovisión y porque esta es importante, imagina que tienes puestos unos lentes con cristales morados, y con una graduación tan alta que ves las cosas más cercanas a ti de lo que realmente están. ¿Qué sucede si intentas caminar con ellos? Lo más seguro es que te tropieces y el color morado termine molestándote. Sin embargo, va a llegar un punto donde te acostumbres a cómo ves las cosas o simplemente te incomode la visión y desees usar otros lentes que te permitan ver con más precisión lo que está delante de ti.  

¿Ves lo importante? Si tienes una cosmovisión equivocada o alterada, tu interpretación del mundo no será del todo correcta.  En la educación sucede lo mismo, existen tantos lentes para ponerte que resulta difícil decidir cuáles usar. 

¿Por qué entonces LAM es un sistema educativo cristiano y qué quiere decir eso?

Primero que nada, quisiera dejar en claro que no me interesa debatir y convencerte respecto a por qué una cosmovisión cristiana en la educación es mejor que cualquier otra, más bien me interesa que conozcas el por qué la educación cristiana es importante para la formación de los niños.

La nombramos educación cristiana a toda metodología educativa que básicamente nace de la cosmovisión cristiana, es decir, interpretamos la educación desde los valores cristianos, esos son los lentes que nos permiten observar al mundo e interpretar la realidad que percibimos.  En este sentido partimos de premisas fundamentales cómo:

1. Dios es la fuente de toda verdad, inteligencia y conocimiento.

«Pero la verdadera sabiduría y el poder se encuentran en Dios; el consejo y el entendimiento le pertenecen».

Job 12:13 (NTV).

2. Las verdades de cómo educar se encuentran dentro de la Biblia. 

«La exposición de tus palabras nos da luz, y da entendimiento al sencillo». 

Salmos 119:130 (NVI).

3. Jesús es el maestro. 

«Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma».

Mateo 11.29 (NTV).

4. Desarrollar una cultura de honra infantil.

«”Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan! Pues el reino de Dios pertenece a los que son como estos niños. Les digo la verdad, el que no reciba el reino de Dios como un niño nunca entrará en él. Entonces tomó a los niños en sus brazos y después de poner sus manos sobre la cabeza de ellos, los bendijo”».

Marcos 10:14-16 (NTV).

5. No hay niños tontos. 

«En esa ocasión, Jesús dijo: Te alabo Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios e inteligentes, y se las diste a conocer a los niños».

Mateo 11.25 (NBV).

La educación a lo largo de la historia ha sido clave para el desarrollo de la humanidad. Un pequeño ejemplo de esto (hay miles de ellos pero me limitaré a solo uno), fue en 1620 cuando un pequeño barco velero, con 102 cristianos devotos a bordo, atravesó el Atlántico Norte con una misión: plantar la semilla de una nueva civilización. Su fundamento sería la verdad de la Biblia y la fe en Cristo que habían abrazado. Cuando llegaron a las costas del nuevo mundo pactaron (por escrito) establecer una comunidad para la gloria de Dios. La educación de sus hijos era de suprema importancia para ellos. En menos de 15 años iniciaron lo que llegaría a ser la universidad de Harvard. Para 1647, tenían un sistema educativo que abarcaba de primaria a profesional.

¿Qué fue lo que impulsó a estos nuevos pobladores cristianos darle importancia a la educación de sus hijos? ¡Su cosmovisión! Al creer en las verdades escritas en la Biblia acerca de la educación como Proverbios 18:15 que dice, «La mente del prudente adquiere conocimiento, y el oído del sabio busca conocimiento», pudieron ver lo importante que era para el desarrollo de un nuevo país tener líderes que fueran educados con sabiduría y conocimiento, por lo que fueron motivados a actuar y tomar decisiones en torno a sus paradigmas mentales y la cosmovisión cristiana. 

Equivocadamente se cree que la educación cristiana sólo se trata de enseñar cuestiones bíblicas y dejar a un lado asignaturas que permitirán al niño en un futuro ser una persona de provecho para su comunidad. Educación cristiana, se trata de educar la fe, pero también la mente de los niños para que ellos puedan adquirir habilidades y competencias que los conviertan en líderes y modelos a seguir dentro de sus comunidades.

En LAM por años hemos desarrollado y perfeccionado materiales pedagógicos y didácticos orientados a la enseñanza de ciencias, historia, matemáticas, lenguaje, geografía, lectura, etc. con la finalidad de fortalecer el conocimiento de los niños, porque el enfoque de la educación cristiana es, sí la formación del carácter mediante una conexión con Dios, su prójimo y el mundo que los rodea, pero también formación de habilidades y conocimientos. 

Por este motivo nuestro slogan es: «Nutre su fe, desarrolla su mente».

La educación cristiana se trata de desarrollar niños que crean y vivan verdades eternas, que caminen en valores cristianos que han demostrado ser inamovibles a lo largo de los siglos y que permanecen sin importar cuál sea la cultura. No obstante, también se trata de que tengan una mente brillante, lista para triunfar y sobresalir en cualquier lugar que se encuentren.

Lic. Ángel Olguín
Director de Sistema Educativo LAM
Instagram @angel_e_olguin

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