Honra, un principio de éxito

Tratar a un niño como un adulto en formación es honra. 

Cierto domingo, traía a mi sobrino en brazos cuando de pronto un amigo adulto llegó y le apretó con fuerza sus mejillas. En el momento no supe cómo reaccionar, pero sentí una mirada de esas que dicen más de mil palabras de mi cuñada al ver al indefenso de su hijo con molestia.

Las malas ideas o la falta de conocimiento del significado de las cosas hacen que las personas pierdan oportunidades y malgasten el tiempo. Esto sucede continuamente al momento de «aplicar honra». Podemos decir entonces que actualmente el verdadero significado de honrar se ha distorsionado. 

La palabra honra deriva del griego «timáo» que se refiere a la gran estima y consideración hacia algo o alguien. Por otro lado, deshonrar significa «despreciar» y «desvalorizar».

Pablo nos dice en Romanos 13:7: «Paguen sus deudas. Si deben impuestos, páguenlos. Respeten al que tengan que respetar y denle honor al que le tengan que dar honor». Aquí se alude a la honra como algo que se debe, no como algo que se logra, por eso inicia diciendo: «Paguen sus deudas».

La honra debe ser tenida en cuenta como una deuda; como algo que es absolutamente necesario de dar porque así lo pide Dios.

¿A quién se debe honrar? 

La Palabra de Dios nos dice que debemos honrar al Señor como el primero y más importante en nuestra vida, no sólo con la boca, sino también con nuestras acciones, actitudes y comportamientos diarios. Para poder experimentar lo mejor del Señor, debemos honrarlo, porque Él honra a los que le honran y cuando honramos a su creación lo estamos honrando a Él.

Veamos algunos valores y pasajes bíblicos sobre cómo debemos honrar a Dios:

Humildad (2 reyes 5: 9-14)

Naamán el general del ejército Sirio, era un hombre importante que tenía una enfermedad en la piel llamada lepra. Escuchó de Eliseo y fue a verlo en sus carros y caballos para que lo sanara. Llegando a la casa del profeta, este le envió su mensajero con una instrucción específica, sin embargo, en un inicio el general rechaza la recomendación y después cede. Entonces, va al río Jordán a lavarse siete veces y es sanado. Naamán se había puesto furioso porque no salieron a recibirle como él se merecía, pues lo recibió un criado con una simple sugerencia. Más adelante en la historia, uno de sus sirvientes lo anima a recibir el consejo, actúa con humildad y sucede el milagro. Para honrar hay que ser humildes.

Obediencia (Lucas 5:4-6)

Cuando Simón escuchó una voz que le dijo: «Ahora ve a las aguas más profundas y echa tus redes para pescar», decidió obedecer aunque había trabajado toda la noche y no había pescado absolutamente nada y las echó de nueva cuenta. Esta vez las redes se llenaron de tantos peces que comenzaron a romperse. Una de las maneras más básicas de honrar al Señor es obedeciendo.

Necesidad (Habacuc 3:17-18)

Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.

Aún en la necesidad honramos lo que tenemos en nuestras manos, no importa si es mucho o poco.

Respeto  (Génesis 1:27)

La palabra respeto procede etimológicamente del latín «respectus», que significa «consideración y atención». Significa preocuparse por el impacto de nuestras acciones en los demás, ser inclusivos y aceptar a los demás por lo que son. Para respetar a todo el mundo, los creyentes deben ser conscientes de que Dios ha creado a todas las personas a Su imagen y semejanza, independientemente de que crean o no en Cristo. Debemos mostrarles el debido respeto y honor porque sus almas tienen más valor que todas las riquezas del mundo.

Autoridad (1 Samuel 24:4-7)

¿Qué hubiera pasado si David mata a Saúl? Él tuvo la oportunidad de matar a Saúl en la cueva, pero no lo hizo, sólo le cortó la orilla de su manto, porque él sabía que era su rey y lo honraba como su autoridad a pesar de las injusticias de Saúl quien buscaba matarlo. David entendió que rebelarse contra la autoridad es revelarse contra Dios y que el que siembra honra cosechará siempre honra.

«La honra no tiene requisitos ni condiciones y es una señal de madurez».

Padre, gracias por mostrarnos la importancia de la honra. Te pido que nos ayudes a honrarte con todo lo que somos, con todo lo que tenemos y con todo lo que amamos.

En el nombre de Jesús, ¡amén!

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