¿Es la escuela dominical suficiente?

¿Cómo eliges la currícula para tu escuela dominical? 

Los temas que se imparten domingo a domingo en nuestros salones de iglesia son muy importantes. La escuela dominical es mucho más que un tiempo de cuidado o entretenimiento; este es el momento que tenemos con nuestros niños para sembrar las semillas del reino en sus mentes y corazones. Por eso, el material que elegimos o creamos es de suma importancia, así como lo es la salud espiritual del equipo y la forma en la que llevamos a cabo cada clase de domingo.

Mi nombre es Cynthia González y fui parte del ministerio de niños en mi iglesia local por 15 años. Servir en esta área me enseñó acerca de la importancia de enseñar a los más pequeños de la iglesia a asombrarse por las cosas que Dios hace y de mostrarles la Palabra según la etapa de desarrollo en la que se encuentren. Cada domingo, además de ser una fiesta y un momento de juego y celebración, también es una oportunidad para mostrar la verdad del evangelio, el carácter de Dios y sus promesas a nuestros niños.

Sabemos que lo que hace el ministerio de niños en una iglesia es crucial ya que estamos colaborando con los papás y las familias a instruir a los niños en el camino de Dios y también estamos formando discípulos de Cristo.

Lo cierto es que el tiempo de escuela dominical es muy corto. Como ministerio tenemos en promedio una hora a la semana con los niños; tan sólo una hora en contra de las otras 168 horas de la semana. Sabemos que la familia es el espacio de mayor influencia, pero también la escuela es un lugar de mucho impacto para nuestros niños.

Semanalmente un niño pasa alrededor de 40 horas en la escuela aprendiendo Matemáticas, Lenguaje y las demás materias. Muchas veces esas materias son enseñadas sin tener una cosmovisión cristiana. Además de todos los riesgos a los que un niño puede estar expuesto en una escuela, el no tener una visión clara de las materias que enseñamos, provocará una dicotomía en la mente de los niños, donde lo espiritual no se relaciona con el mundo cotidiano. Sin darnos cuenta, poco a poco, nuestros niños (así como ha sucedido con muchos de nosotros) irán haciendo una separación entre su fe y su vida diaria.

En Sistema Educativo LAM creemos que esa dicotomía debe desaparecer. Desde el principio de la creación podemos ver que Dios diseñó al ser humano para tener una relación con Él. Dios quería que Adán y Eva colaborarán con Él trabajando para mejorar el jardín, nombrar a los animales y sojuzgar la tierra mientras la llenaban de más humanos (Génesis 1:28, 2:15). En medio del trabajo y la vida cotidiana Dios deseaba poder caminar con ellos, hablarles y poder mostrarles su carácter y naturaleza a través del mundo tangible. Esa es la vida que Dios nos ofrece. Dios no espera a que llegue el domingo para relacionarse con nosotros, Dios quiere estar presente en todos los ámbitos de nuestra vida y nos pone el mundo que nos rodea para que lo conozcamos y nos asombremos al descubrir a Dios en todo lo creado.

Por eso, hemos creado materiales educativos con una cosmovisión cristiana. Creemos que todo parte de lo que Dios es y hace. Las matemáticas, el lenguaje, la ciencia, la historia y las demás materias deberían apuntar al creador. Creemos que los conocimientos del mundo natural, las letras, los números, la historia y todo lo que se aprende en el salón de clases, es una herramienta para que cada niño y niña pueda encontrarse con Dios. Al aprender de letras podrán tener una relación con la Palabra de Dios; al conocer de ciencia y medio ambiente podrán ser buenos administradores de lo que Dios nos dio y también podrán encontrar destellos del carácter de Dios en todo lo creado. Al conocer de historia y filosofía, podrán formar pensamientos críticos y analíticos que los lleven a tomar mejores decisiones desde su posición de hijos e hijas de Dios. Sabemos que las semillas del evangelio son plantadas en la escuela dominical el domingo, pero cada día serán regadas, cuidadas y abonadas en la casa y en el salón de clases.

Asimismo, creemos en la importancia de escuelas y maestros que entienden el valor y el potencial de cada niño y niña. Buscamos que más iglesias se unan a abrir escuelas que se conviertan en lugares seguros, donde los niños no sólo aprenden y obtienen excelentes niveles académicos, sino también que son nutridos en su fe y carácter.

En Sistema Educativo LAM tenemos los materiales educativos de preescolar, primaria y secundaria que necesitas. Materiales con un alto nivel académico, que han posicionado a nuestras escuelas modelo en los primeros lugares de las evaluaciones nacionales y que sobre todo, están llenas de las verdades de Dios. Hemos desarrollado libros, manuales para el maestro, videos y recursos de cada materia que te ayudarán a impartir clases con una cosmovisión que parte de quién es Dios.

También hemos desarrollado un curso de 9 módulos que te guiará para comenzar un centro educativo. En el curso llamado «Raíces», además de enseñarte paso a paso todo lo necesario para abrir una escuela, queremos compartirte las estrategias y prácticas que por más de 30 años nuestras escuelas han hecho para tener éxito.

Pastores, seamos intencionales en darle a nuestros niños las herramientas necesarias para que se encuentren con Dios día a día y que así, puedan vivir de la forma que Dios diseñó para ellos. Construyamos escuelas que se preocupen por tener un ambiente sano y que propicien la formación de alumnos entendidos en los tiempos. Levantemos maestros que también tienen cuidado de pastorear el corazón de cada alumno y que guían a cada niño y niña a encontrarse con Dios.

Trabajemos juntos para formar a los líderes del futuro con fe, carácter y conocimiento.

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