El valor de la educación

La educación es un llamado, no un oficio.

Todos nos enfrentamos ante la decisión de: «¿a qué me voy a dedicar?», «¿qué voy a hacer con mi vida?», y entonces, por una y otra razón, algunos de nosotros elegimos adentrarnos en el mundo de la enseñanza. Y fue de pronto que «educación» se convirtió en el oficio al que nos dedicamos para proveer a nuestra casa. Y eso está muy bien, todo trabajador es digno de su salario, el problema es cuando comenzamos a ver nuestra labor solamente como un trabajo que me da de comer. 

En Sistema Educativo LAM, estamos convencidos de que la educación es un llamado. Realmente tú no elegiste educar, DIOS TE LLAMÓ A EDUCAR. 

Creo que es tiempo de que, como educadores, seas maestro o padre educador, cambiemos el chip y comencemos a ver esta labor, de educar mentes y corazones, como un excelso llamado. No es solamente tu trabajo, no es solamente tu profesión, no es solamente algo que dominas con muchas herramientas que has adquirido con tu amplia experiencia, es un llamado y tienes el privilegio de haber sido elegido por Dios mismo para formar el corazón de pequeños que Él ha puesto a tu cargo. 

¿Por qué esto es importante?

Estamos frente a un momento histórico en el que la infancia está siendo atacada por todos los medios posibles. Dios dejó muy en claro lo importantes que son los niños para Él, y por ello hay una guerra declarada en contra del corazón de nuestros niños, que no va a descansar hasta destruirlos. Necesitamos hombres y mujeres educadores que se levanten valientemente a favor de esta generación. 

La honra al niño.

Cuando entiendo que lo que estoy haciendo es un llamado, puedo ver a los niños como Dios los ve, y aún más allá, puedo amar a los niños como Dios los ama. 

México, específicamente, tiene una cultura que excluye a los niños, que no los toma en cuenta, que incluso, los considera un estorbo. Y eso se refleja en la forma en que tratamos a los niños que están cerca de nosotros: rápido le damos al niño el celular o la tablet «para que no esté dando lata», nos desesperamos con facilidad con sus «errores» o «faltas», pero no somos conscientes de que nosotros mismos muchas veces cometemos esos mismos errores y faltas, incluso peores. De forma natural, no nos interesa enseñar a nuestros niños, mucho menos pastorear sus corazones, simplemente tenemos la urgencia de que crezcan para que «dejen de comportarse como niños». Y esto tiene que cambiar

El corazón de Dios está totalmente a favor de los niños. Parte de nuestro llamado a la educación, es a cambiar nuestra forma de ver a los niños y comenzar a verlos como Dios los ve. Él ve su misma imagen depositada en ellos, Él ve el potencial y la capacidad que él mismo depositó en cada uno de ellos cuando los formó. Jesús también murió por cada uno de ellos, por tanto, cada uno de los niños que están a nuestro cargo, es digno de ser amado, respetado y honrado. Estamos tratando con personas que son sumamente valiosas para Dios.

Cuando eres consciente de que tu labor educativa es un llamado, puedes honrar ese llamado. Puedes entender que tu éxito como educador no consiste en tus fuerzas, en tus conocimientos, en tus estrategias, ni en tu experiencia. Y como maestra estoy consciente de lo difícil que es esto. Sé de primera mano la arrogancia impresionante que existe en la carrera magisterial. El maestro que tiene muchos años enseñando se siente siempre superior al que apenas va comenzando, y es muy difícil enseñar a un maestro entrado en años. Pero al entender que tu labor es un llamado, esto también es transformado. Entiendes perfectamente que no son tus esfuerzos ni tu capacidad, es Dios mismo quien te da las fuerzas y el corazón para llevar a cabo tu labor todos los días, por lo tanto, puedes seguir siendo enseñable y corregible, tienes la humildad de admitir errores, buscar ayuda y aceptar cuando has fallado.

¿Por qué estás haciendo lo que haces? ¿Estás haciéndolo en tus fuerzas, con tus propias herramientas, o quizás en automático? Si eres padre educador, ¿estás dudando de si tomaste la decisión correcta? ¿Quisieras tal vez hacer una pausa porque sientes que educar a tus hijos es demasiado abrumador?

Es tiempo de detenernos y ser muy honestos delante de Dios: no tengo un corazón por los niños. Pero ¿sabes qué? ¡Hay esperanza! Malaquías 4:6 dice: Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres. Esto nos dice que ¡es obra suya! Dios no está esperando que te salga de forma natural, pero está esperando que ¡asumas tu llamado y clames por su ayuda!  

¡Esta generación te necesita desesperadamente!

Estamos convencidos de que Dios quiere usar la educación para hacer una revolución de justicia, dignidad y amor en esta generación, y tenemos el enorme privilegio de que nos está incluyendo a cada uno de nosotros en sus propósitos.

Estamos en una guerra en contra de la ignorancia, la deshonra, la injusticia, y tú puedes hacer MUCHO desde tu trinchera, dirigiendo a un grupo de maestros, una escuela muy pequeña o una escuela grande, enseñando a pequeñitos de preescolar o chicos de secundaria, educando a tus propios hijos o a los hijos de alguien más desde tu sala, o tu cuarto escuela. Asume tu llamado, clama por su ayuda. 

No estás solo. Somos muchos despertando a lo que Dios hará en nuestro país a través de la educación.

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7 respuestas

  1. Muchas gracias, la verdad es que tener este cambio de mentalidad que la enseñanza a nuestros hijos es un llamado, nos ayuda mucho a ser fieles con los niños que Dios nos ha rodeado.

  2. Doy gracias a DIOS por la vida de los pastores Bremer y por tener la misión, visión y objetivo de revolucionar la educación, y sobre todo por cuidar el corazón de los amados hijitos de Dios.

  3. Es una muy buena reflexión que sin duda alguna me ha movido las ideas sobre mi quehacer educativo, de comprometerme aún mas con mis alumnos, compañeros maestros, padres de familia, familiares, amigos, en todos los aspectos. Gracias por publicar este tipo de reflexiones.

  4. Hola, soy psicopedagoga y abrí un consultorio para atender a niños con problemas de aprendizaje, apoyo escolar y me gustaría saber más información acerca de este sistema. Por favor

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