El conocimiento a través de los sentidos

Todos tenemos deseos de aprender. Un claro ejemplo es un niño que comienza a gatear y no tiene límites. Los va aprendiendo conforme va experimentando, así que en el transcurso probablemente se caiga, tropiece o pegue con algún objeto en su camino. ¿Y cómo aprende? Por medio de sus sentidos.

Recientemente cuidaba de mi sobrino de tres años y hacíamos manualidades, cuando hizo una pausa y dijo:  «¡Ay! ¡No puedo recortar!». Entonces mi esposa intervino y le dijo: «¡Claro que puedes! Todo lo puedes en Cristo que te fortalece». Por lo que percibí, esto le generó confianza y conocimiento usando su tacto, el oído y la vista.

Durante el día, el niño habla con sus padres, escucha música relajante, observa los colores de una bicicleta. En otras palabras, percibe mediante el olfato, el tacto, el gusto, la vista y el oído, y estas experiencias se graban en su mente.

¿Qué sabemos acerca del cerebro?

«El cerebro es la estructura más compleja y enigmática del universo. Contiene más neuronas que las estrellas existentes en las galaxias». Esta frase del neurólogo Facundo Manes nos induce a pensar cómo una tan reducida masa como la de nuestro cerebro es capaz de recibir tantos miles de millones de imágenes. Todo lo que cada uno de nosotros pudo hacer durante tantos años, ver, reír, leer, todo está evidentemente encerrado en el cerebro.

Es por ello que el ser humano es un ser extraordinario y se dice que lleva una «pequeña pizca de la omnisciencia de Dios». Al final somos imagen y semejanza de ÉL y creo que debe haber alguna señal por más mínima que sea de este atributo en nosotros. El hombre está realmente colocado en medio de todas las obras del Señor, teniendo su entendimiento a la manera de un espejo suspendido en lo alto que reproduce las imágenes de todas las cosas. Es decir, de todo lo que le rodea.

Nuestro entendimiento no solamente es ocupado por las cosas próximas, sino que arremete las difíciles, averigua las ocultas, revela las desconocidas e intenta investigar aquellas que no tienen explicación; por lo tanto, en cierta manera, es infinito e ilimitado. Pensemos que si el hombre viviera unos quinientos años y jamás parara de aprender aún así su cerebro no llegaría a su límite. Es por eso que no se puede comparar ni aún con estrellas existentes en las galaxias.

A Salomón le causaba admiración que todos los ríos llegaran al mar y que este no se llenara, así mismo pasa con el profundo abismo de nuestra memoria, jamás se llena ni se vacía por completo y si no hay final, lo ideal es abastecer de conocimiento que lleve al hombre hacia la restitución de su diseño original, esto es obviamente posible porque fuimos creados con aptitud para la inteligencia de las cosas, para el buen orden en las costumbres y para el amor de Dios sobre todas las cosas.

¿Cómo estimular los sentidos?

La estimulación se debe hacer en todas las fases de crecimiento, pero es fundamental hacerlo desde preescolar. Es una responsabilidad compartida, tanto del centro educativo como de la familia. El alumno que es estimulado correctamente desde su educación inicial desarrolla un potencial enorme. Para desarrollar esto, te dejo tres tips que considero te pueden ayudar.

Las emociones sí importan y mantienen la curiosidad. Sirven para comunicarse y son necesarias para el razonamiento y la toma de decisiones. Las emociones positivas facilitan la memoria y el aprendizaje. Es importante entonces establecer un ambiente de respeto donde el niño se sienta amado, seguro y tomado en cuenta.

La actividad física promueve la neuroplasticidad y la neurogénesis, facilitando la memoria de largo plazo y un aprendizaje más eficiente. Además genera dopamina que mejora el estado de ánimo y reduce el estrés.

Cuando practicas continuamente hay un progreso más acelerado, ya que el cerebro conecta la nueva información con la ya conocida, por lo que aprendemos mejor y más rápidamente cuando relacionamos la información novedosa con los conocimientos ya adquiridos. Para optimizar el aprendizaje, el cerebro necesita la repetición de todo aquello que tiene que asimilar. Es por eso que nuestro sistema se basa en el proceso de aprendizaje espiral donde el alumno año con año pueda retomar conocimientos que puedan ser aplicados a su vida diaria.

¡Espero que resulte provechoso este artículo para ti! Recuerda antes de todo que «El temor del Señor es el principio del conocimiento; los necios desprecian la sabiduría y la disciplina». Proverbios 1:7 NVI‬.

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