Educador, autoridad y lenguaje

En México hay una vasta cantidad de universidades públicas y privadas que ofrecen una variedad de carreras profesionales. Dentro de las más solicitadas se encuentran: Medicina, Enfermería, Odontología, Abogacía, Psicología, entre otras, pero la docencia no suele predominar en esta lista.

Aunque todas las carreras son necesarias y contienen un extraordinario valor, la docencia es especialmente una de las profesiones más importantes en la sociedad y muchas veces no es tan valorada como debería.

¿Por qué decir que es una de las más importantes? Porque el maestro es quien más influencia tiene en la vida de un alumno, incluso, más que sus propios padres.

Según datos del INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) las maestras y maestros trabajan 31 horas a la semana en el país en promedio. Lo que significa que pasan aproximadamente 6.2 horas diarias con sus alumnos (considerando las clases de lunes a viernes).

Estos datos nos muestran que el alumno está siendo expuesto a ser enseñado e influenciado por su maestro. Por eso, se considera que la docencia es la profesión más importante, ya que tiene en sus manos las vidas de los seres humanos y son los maestros quienes guían la sociedad y su futuro.

Maestro, tu profesión y papel es de vital importancia para la sociedad, así como los padres y Dios. Eres una joya, valora tu preparación, la vocación y el llamado que Dios ha puesto sobre tu vida.

 

Sabemos que ser maestro es un gran desafío y conlleva un gran esfuerzo dentro y fuera del aula, pero para ser un maestro que sigue transformando, recuerda la importancia de los siguientes puntos:

1. Tienes autoridad. 

Tú, siendo el líder en el salón de clases, debes saber y reconocer que estás vestido de autoridad.

Para muchos esta palabra puede sonar un poco abrumadora o dominante, pero no es así. La autoridad es totalmente necesaria para que haya una estructura correcta en el aula y un orden.

Cuando estás al frente de un grupo, tú eres la autoridad y si no ejerces tu autoridad en el salón, alguien más querrá tomarla por ti.

Esto me hace recordar a un suceso que pasó cuando estudiaba preparatoria. 

Tenía un maestro que nos enseñaba matemáticas básicas, pero su momento de clase siempre se convertía en un caos. Su clase parecía ser sinónimo de fiesta pues los jóvenes no prestaban atención, hacían desorden y tristemente se escuchaban más los alumnos que el propio maestro.

Los que deseábamos escuchar lo que el maestro explicaba teníamos que sentarnos adelante para poder entender lo que nos enseñaba.

¿Qué puedes detectar en esta situación? Que el maestro no reconocía su autoridad y, por lo tanto, no la aplicaba.

Tal vez te puedes sentir identificado con esto. Si es así, te invito a ejercer tu autoridad en clase. Recuerda que, si hay autoridad en clase tus alumnos serán beneficiados en su aprendizaje.

Hay un principio que Jesús nos enseña en la Biblia y es: si queremos tener autoridad debemos estar bajo autoridad. ¿Qué significa esto? Significa que debes permitirte que alguien más te pueda instruir, dirigir y supervisar.

Debes estar abierto a que alguien te enseñe alguna estrategia o herramienta; debes estar dispuesto a que tus directores y coordinadores te dirijan; necesitas dejarte supervisar.

Así como el cuerpo de Cristo funciona con sus diversos miembros, lo mismo sucede en el área educativa.

Para ejercer autoridad, necesitas estar bajo autoridad.

La maestra Katharine Birbalsingh dijo: «Los alumnos deben respetar a sus maestros y los maestros deben amar a sus alumnos». Esta relación que enseña Katharine es una relación correcta. El alumno acepta la autoridad de su maestro y el maestro usa esa autoridad para el bien de sus alumnos.

2. El lenguaje es la base de todo.

Una de las materias en la que debes ser experto es la del lenguaje.

El lenguaje es la base de todo el aprendizaje de un niño y el que sabe leer y comprender, puede aprender cualquier cosa. Pero el que no domina el lenguaje, se ve limitado en todas las áreas de aprendizaje.

Hay algunos elementos que fortalecen y te hacen experto en esta área, por ejemplo:

  • El hábito de la lectura.
  • El dominio de gramática (ortografía y acentuación).
  • La redacción.

Para que tus alumnos puedan entender lo que les quieres comunicar debes ser un experto en lenguaje. La mezcla de estos tres elementos te permitirán lograr una comunicación efectiva y una expresión auténtica hacia tus alumnos.

Cuando aprendes sobre lenguaje, logras instruir a tus alumnos, te comunicas de la mejor manera y creas la perfecta combinación para validar y confirmar la autoridad que tienes como maestro.

El resultado que te brindará la autoridad y el lenguaje será un grupo ordenado, relaciones sanas como maestro-alumno y niños llenos de aprendizaje.

En este proceso, no sólo transformarás sus mentes, también transformarás su carácter y comportamiento.

Referencia: Video Masterclass / Pastor Enrique Bremer.

Bibliografía:

https://www.debate.com.mx/economia/Dia-del-Maestro-Cuantas-horas-trabajan-a-la-semana-20220515-0044.html

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