Despierta el asombro en tus hijos 

En los tiempos en los que vivimos, necesitamos estar conscientes de que la tecnología es beneficiosa para el aprendizaje pero también trae consigo algunos desafíos importantes que necesitamos considerar cuando educamos a nuestros hijos.

El uso de pantallas produce toda una serie de estímulos tanto positivos como negativos. Al mismo tiempo, todo lo que nos rodea está diseñado no sólo para llamar la atención, sino para cautivar a nuestros hijos. Como resultado, los niños están creciendo hiper estimulados, pasando grandes horas de su día en pantallas y a la vez esto causa que sus tiempos de atención/concentración sean cortos, que sean impacientes y que siempre estén «aburridos» porque no saben cómo entretenerse. 

No me malinterpreten, que estén aburridos es algo bueno porque los ayuda a despertar su imaginación y creatividad. De ahí salen sus mejores juegos siempre y cuando sus sentidos no se encuentren saturados y bombardeados por miles de estímulos. 

Mis dos hijos, Sofía de 6 años y Santiago de 4 años están en la etapa en la que tienen miles de preguntas al día y están ávidos de aprender. Siendo honesta hace poco me di cuenta que muchas de las veces me desesperaba y no les prestaba suficiente atención a sus preguntas o se las contestaba rápido sólo para que guardaran silencio y ¿qué fue lo que pasó con el tiempo? Los niños que hacían miles de preguntas se convirtieron de pocas preguntas. 

El foco rojo fue cuando me di cuenta de que ya no se asombraban por cosas de las cuales antes hacían todo un alboroto (una mosca parada en la ventana, el camino de hormigas que siempre está en el patio llevando comida, etc.) Me di cuenta que poco a poco su asombro por las cosas de su alrededor disminuyó.

Si les prestas atención a los niños pequeños verás que tienen un gran sentido del asombro; se sorprenden por las cosas más pequeñas, por detalles que forman parte de lo cotidiano pero que nosotros pasamos por alto.

Este sentido de asombro es el que los lleva a descubrir el mundo, Catherine L´Ecuyer dice: «El asombro es la motivación interna del niño, es su estimulación temprana natural».

Tomás de Aquino decía que el asombro es el deseo por el conocimiento. Aristóteles hacía hincapié de que todos los hombres desean conocer por naturaleza, pues es una actitud innata que tenemos todos los seres humanos: querer conocer la realidad y asombrarnos ante ella.

Los niños nacen con asombro. Este es su motor para el aprendizaje, pero tristemente vivimos en una cultura en la que no le damos la suficiente importancia y como consecuencia estamos causando que ese asombro se vaya opacando en ellos (yo reconozco mi responsabilidad en haber menguado el asombro en mis hijos) y ¿qué tenemos como resultado? Niños y adolescentes totalmente embotados, siendo sus sentidos saturados con estímulos rápidos produciendo en ellos un bloqueo y no me refiero sólo a los juegos, películas, series o cosas que podemos ver en las pantallas (que son parte muy importante), sino al ajetreo de nuestro día a día.

La prisa en la que vivimos constantemente es un factor muy fuerte en este asunto. Cuántas veces no nos ha pasado que tenemos apuro por salir de casa y en eso nuestros hijos se ponen a admirar algo en el piso o un bicho volando y ellos nos lo quieren enseñar y nuestra respuesta es «Sí, qué bonito. Apúrate que tenemos prisa». «Sí, ya lo vi». «No tenemos tiempo para quedarnos a verlo, cuando regresemos lo vemos». Y la lista puede continuar, las oportunidades van pasando y su sentido del asombro va menguando.

Para que nuestra corteza cerebral ponga atención a un estímulo o a algún aprendizaje requiere tener interés. Este viene cuando se despiertan nuestros cinco sentidos y qué mejor que el asombro para despertarlos. 

Así que si tú eres padre de familia o maestro, te recomiendo que desaceleres un poco y seas esa compañía que tu hijo o alumno necesita para descubrir el mundo a su alrededor y llenarse de conocimientos.

Te dejo 5 ideas para fomentar el asombro:

1. Sal con tus hijos o alumnos y tengan contacto con la naturaleza; observen y busquen flores, animales pequeños, animales grandes, bichos raros, piedras de diferentes formas, miren al cielo (pueden describir o imaginar formas en las nubes). ¡Echen a volar su imaginación!

2. Baja el ritmo de tu día y presta atención a esas cosas que das por sentado. Esfuérzate por asombrarte hasta que te vuelva a ser natural, recuerda que un adulto asombrado contagia asombro.

3. Escucha las preguntas de tu hijo o alumno y préstale atención. No siempre tienes que contestarlas correctamente, pero pueden buscar información por internet y ampliar el conocimiento.

4. Crea espacios de asombro ya sea en tu salón de clases o en tu casa. Si eres maestro trata de empezar cada materia con un elemento sorpresa, y si puedes despertar los 5 sentidos de tus alumnos es mucho mejor. Asómbrate por el esfuerzo que hicieron al terminar el trabajo, por permanecer en su lugar, por sus logros, etc. Si estás en casa busca asombrarte hasta por la mosca que tienes tantas ganas de matar y háblale a tus hijos «¡Niños vengan! ¿Ya vieron esa mosca parada? ¿Cómo son sus alas? ¿Ya le vieron la cara?» Asómbrate por el abrazo que te dieron tus hijos, porque fueron amables entre ellos, porque compartieron sus juguetes o porque obedecieron a la primera, etc.

5. Disminuye el tiempo de pantallas. Puede que este sea el punto que más nos cueste porque no es sólo quitar la pantalla y ya, tienes que ser intencional en rellenar el tiempo que pasaban ahí sentados. Lean cuentos, usen ese tiempo para juego libre, juegos de mesa, manualidades, déjalos explorar y experimentar.

Recuerda que los niños nacen con el sentido del asombro al máximo, es su estimulación temprana natural. Te invito a que hagamos todo lo posible para no menguarlo y que nosotros seamos intencionales para volver a adquirirlo.

Compartir:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Nombre *
Correo *
Teléfono *

¿Ya conoces nuestro Blog LAM?

¡Regístrate a nuestro Newsletter y obtén envío gratis!*
Nombre *
Apellido *
Ciudad *
Teléfono *
Correo *

*Aplica solo para la república mexicana.
Ingresar