¿Cómo son las tendencias educativas actuales?

Dedicaré este primer artículo del año para exponer algunas de las características de las tendencias educativas actuales; considero que a maestros, padres de familia y todos los que estamos relacionados con la educación nos interesa conocer estas tendencias para comprender sus particularidades y analizar si lo que proponen nos beneficia o es aplicable en nuestros contextos, en las situaciones que viven nuestros estudiantes. 

Para iniciar debemos definir qué es una tendencia educativa: se trata de un conjunto de concepciones, teorías, reformas y propuestas de mejoras educativas de amplia aceptación e implementación en la esfera educacional, por lo que contribuyen de manera importante al desarrollo de la educación a escala social y escolar.

Las tendencias suelen dividirse o visualizarse en dos categorías: las tendencias tradicionales de la educación (abarcan desde los orígenes de la educación escolarizada hasta finales del pasado siglo XX) y las tendencias educativas del siglo XXI (abarcan todo el proceso educativo escolarizado durante el actual siglo XXI). Como ya mencioné, en este artículo nos enfocaremos solamente en las segundas, hablaremos de sus características, puntos coincidentes y cómo pueden ser aplicadas para contrarrestar problemáticas docentes de la actualidad.  

Algunas de las tendencias educativas del siglo XXI son:

  • La tecnología educativa.
  • La educación no escolarizada y a distancia.
  • La educación ambiental y para la salud.
  • La educación por competencias.
  • La autonomía curricular.
  • El aprendizaje colectivo y el acompañamiento diferenciado.
  • La aplicación de las neurociencias en el proceso educativo.
  • La investigación, la innovación y la calidad educativa.
  • La clase invertida.
  • Los aprendizajes basados en proyectos.
  • La gamificación.
  • La atención a la diversidad sociocultural.
  • El énfasis en lo multidisciplinario.
  • El interculturalismo.
  • La pedagogía del ocio y el tiempo libre.
  • La educación para la vida.
  • El currículum flexible.

 

Aunque todas estas tendencias tienen sus propias características, todas tienen bases comunes:

Características comunes

  • Implementan el aprendizaje personalizado. Se adaptan a las necesidades educativas del alumno. El profesor debe planificar sus métodos de enseñanza de manera que se centre en cumplir con los estándares del currículo y, al mismo tiempo, lograr que los alumnos lo encuentren cercano a su entorno e interesante. Además, debe crear un ambiente en clase que anime a los estudiantes a hacer nuevas preguntas, a formular hipótesis y a llegar a sus propias conclusiones e ideas sobre cómo resolver un problema. Esencialmente, se les enseña a los estudiantes que no existe una sola interpretación o respuesta a una problemática; cada uno debe tener la capacidad de crear su propia solución.
  • El alumno se hace responsable y toma un papel activo en su formación educativa. El alumno construye su conocimiento a través de la búsqueda y síntesis de información. Los docentes involucran a los alumnos en las actividades del aula, haciéndoles participantes activos y responsables del proceso de aprendizaje. La labor docente consiste en observar, supervisar y escuchar más, permitiendo que los estudiantes revelen lo que saben, sus cualidades, aptitudes y necesidades.
  • La importancia del trabajo colaborativo. El alumno primero construye su conocimiento a través de la búsqueda y síntesis de información y después pone en práctica lo que ha aprendido en el aula a través de proyectos y trabajos colaborativos. Éstos ayudan a que el estudiante desarrolle habilidades relevantes para los desafíos sociales que enfrentará en su vida profesional.
  • La evaluación y retroalimentación constante (entre alumnos, de maestro a alumno y viceversa). Los alumnos evalúan su propio proceso y el de los demás miembros del grupo. El docente implementa una evaluación integral en la que es importante tanto el proceso, como el resultado. Mientras los alumnos elaboran sus productos, el profesor debe promover y dirigir la crítica constructiva entre los estudiantes, éstos deben aprender que el trabajo de calidad en el mundo real no sale a la primera, sino que es fruto de una continúa revisión. El docente investiga, prueba y analiza diversas metodologías de evaluación con la finalidad de generar el crecimiento del alumno.
  • El maestro no se presenta como una figura de poder absoluto. El docente guía y facilita los procesos de aprendizaje, genera espacios para la coevaluación y la autoevaluación; tiene el rol de tutor, guía y mentor; evita la respuesta correcta, ayuda a los alumnos a formular sus preguntas, a expresar problemas, explorar alternativas y tomar decisiones efectivas. Tiene como tarea primordial conocer y comprender a sus alumnos, sus necesidades, motivaciones y dificultades, esto le permitirá diseñar estrategias adecuadas para ellos.

¿Cómo ayudan al docente las tendencias educativas del siglo XXI?

  • Papel activo del estudiante. Se ha demostrado que una participación activa de los estudiantes en el proceso de aprendizaje aumenta su motivación y los involucra en lo que están estudiando. Esto ayuda a erradicar la falta de interés o motivación que muchos alumnos están presentando luego del rezago educativo que generó la pandemia por COVID-19. Responsabilizar al alumno, hacerle ver que su opinión importa, que sus intereses y necesidades se toman en cuenta en su formación educativa, que puede tomar sus propias decisiones o llegar a hipótesis personales es una excelente respuesta ante la apatía, el desánimo o la falta de compromiso.
  • Trabajo colaborativo. Esta dinámica desarrolla en los estudiantes la capacidad de resolver problemas en su entorno próximo en conjunto; los enseña a identificar sus necesidades de aprendizaje y a aprender mucho más de otras personas. Les involucra en el proceso de crecimiento de sus compañeros, lo que los hace personas más empáticas y responsables, habilidades muy relevantes para los desafíos sociales que enfrentarán en su vida profesional.
  • La evaluación y retroalimentación constante. La evaluación y retroalimentación les enseña a los estudiantes a manejar correctamente sus equivocaciones, a perserverar y superar las fallas y a llegar a la resolución de problemas, lo que, a la larga, les ayudará a solucionar desafíos sociales. Formando así, ciudadanos bien preparados y capaces de afrontar problemáticas de la vida diaria.
  • El maestro no se presenta como una figura de poder absoluto. El docente como un guía o mentor dispuesto a observar, analizar y adecuar sus estrategias a las necesidades de sus alumnos, es algo que el panorama educativo actual necesita cada vez con más urgencia. Después del proceso que se vivió durante la pandemia por COVID- 19 se formaron alumnos inseguros, con poca tolerancia al estrés, con falta de motivación y con un rezago importante. La capacidad de empatía, adaptación y flexibilidad de los docentes actualmente es crucial.

 

Hay grandes retos en el panorama educativo actual si se pretende garantizar un aprendizaje significativo e integral para los alumnos, evitar el rezago, la desigualdad de oportunidades y la deserción académica. Por lo cual, todas las tendencias educativas son importantes y todas deben ser estudiadas y analizadas por los docentes para mejorar su práctica frente a grupo; porque todos los alumnos son diferentes y vienen de contextos diversos, con distintas maneras de aprender, distintas necesidades e intereses. Es labor de profesores, padres de familia y autoridades educativas actualizarse, innovar y dotarse con las herramientas necesarias para lograr ser ese puente entre el conocimiento y el aprendizaje para los alumnos. Así, se formarán individuos capaces de aplicar ese aprendizaje en su contexto social; individuos que serán un motor de cambios positivos en su entorno próximo.

Bibliografía:

Contreras, José Lino. (2011).  “Formación de competencias: tendencias y desafíos en el siglo XXI”. Universitas, revista de ciencias sociales y humanas. Julio/Diciembre. Pp. 109-138.

Bernate, J.A. (2021). “Tendencias en los sistemas educativos del siglo XXI”. Sophia 17 (1), e1015. Bogotá, Colombia.

Pirela Morillo, Johann. (2006). “Tendencias educativas del siglo XXI”. Universidad de Zulia, Venezuela.

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