Me gusta mucho la creatividad, es una de mis virtudes favoritas. Sin embargo, sé que no soy la más creativa ni la más innovadora, pero ¿quién lo es?
Cuando pensamos en creatividad se nos viene a la mente personas que son muy artísticas, pero la creatividad no se limita al área del arte. Para comprender la importancia de esta virtud hay que entender que la creatividad es la capacidad de desarrollar nuevas ideas que resuelven un problema o ayudan a una situación específica de una forma innovadora.
De seguro en tu mente has determinado que hay personas creativas y otras que no tanto. Si la creatividad no ha sido prioridad en tu vida porque simplemente piensas que tú no eres así o que no serás tan bueno como alguien más, es momento de cambiar de opinión, y más si eres un maestro o tienes contacto directo con niños.
Si bien, he observado que hay personas que desde pequeñas tienden a desarrollar más esta virtud, también estoy convencida que las virtudes que nos ofrece la vida se pueden mejorar y evolucionar con el paso del tiempo. Al saber esto me produce felicidad y esperanza, y te quiero contagiar el sentimiento ya que es un área de oportunidad para trabajar en nuestros alumnos e hijos.
Hace poco tuve una experiencia con Sofía. Cada vez que estoy en una exposición de arte, Sofía está ahí; siempre tratando de llamar la atención de los adultos (y sí que lo logra). Cuando tuve la oportunidad de platicar con ella me cautivó. Me recitó su poema «El gato» y después dimos una vuelta por la galería mientras me platicaba qué era lo que veía en cada pintura y cuál era su favorita. Cuando le pregunté si le gustaba ir a exposiciones, ¡dio un rotundo sí!
Al platicar con su papá entendí que él ha procurado que Sofía tenga estas experiencias porque quiere que su mente se expanda, y ¡sí que lo está logrando!
Aquí tenemos la prueba de que los niños están dispuestos y expectantes a elevar su creatividad. ¿Qué hubiera sido de Sofía sin su padre presente e intencional?
El poner en práctica actividades concretas en nuestros niños, les permitirá desenvolverse de una forma natural y más si esto se refuerza tanto en el aula como en el hogar.
Ahora la pregunta es: ¿cómo le hacemos para que haya más Sofías en este mundo?
Te menciono algunos puntos importantes e ideas para establecer y desarrollar esta virtud:
1. Autonomía y libertad
Demos a los niños la oportunidad de tomar decisiones diarias. Qué ropa quieren usar, cómo se quieren peinar, cómo desean decorar sus espacios o cómo llamarán a su nueva mascota. Esto les permitirá echar andar su imaginación y poder definir su estilo.
2. Contacto con la naturaleza
Si salimos al parque o a un día de campo podrán ver panoramas diferentes, nuevas formas, nuevos animales y nuevas texturas que irán nutriendo su perspectiva.
3. Moderación de aparatos electrónicos
Sabemos que la tecnología es buena y en cierto punto ayuda y da nuevas ideas, sin embargo, el uso descontrolado en los niños genera mucha adicción y les provoca una apatía y desinterés en lo que hay a su alrededor y las miles de posibilidades que existen afuera de su habitación.
Creo que todos hemos visto en los restaurantes a niños hipnotizados con las pantallas y en lo personal, extraño mucho a los niños gritones e inquietos en los lugares públicos.
4. Visitas a museos o galerías
Al igual que Sofía, necesitamos niños interesados por el arte y todas sus formas de expresión. A diferencia de la naturaleza, el arte les permite expandir aún más su mente ya que verán formas, colores y combinaciones que no encontrarán en otro lugar. Lo más cautivante es saber que así como alguien más creó cierta pieza, ellos pueden hacerlo también.
5. Actividades extraescolares
Las actividades fuera de la escuela les dan nuevos conocimientos sin la presión de que lo tienen que hacer bien, sino con el principal objetivo de disfrutarlo.
6. Lectura
El escritor George R.R. Martin tiene una frase célebre que dice: «Un lector vive mil vidas; el que nunca lee, sólo vive una». Siguiendo esta lógica, al poner en contacto a los niños con la lectura les brinda la oportunidad de vivir en otras épocas y realidades; es activar un super poder donde el único límite es su imaginación.
7. Campamentos de verano
Salir fuera de su zona de confort los obliga a actuar de formas diferentes e innovadoras. Al tener experiencias de este tipo conocen nuevas formas de pensar y desarrollan la independencia de pensamiento.
8. Escuchar sus opiniones
Una buena charla con tu hijo o alumno hace la diferencia. Deja que te compartan sus ideas y anímalos a realizarlas. Un niño necesita mucha afirmación y no hay mejor forma de obtenerla que de los adultos que admira.
Espero que al intentar despertar la creatividad en un niño la despiertes también en ti. Recuerda que tenemos un Dios creativo que no se cansa de utilizarnos para expresar esta virtud.
