Aprendizaje del tamaño de un bocado

Desde niños nos distraemos con facilidad. ¿Has visto a tus alumnos mirando por la ventana más que a ti? Yo recuerdo que difícilmente me quedaba quieto para poner atención al docente. ¿Te identificas?

En la actualidad vivimos en la era de la distracción, donde tus estudiantes reciben lo que necesitan de forma instantánea. Aprovecha el ímpetu de tus alumnos para aplicar el aprendizaje del tamaño de un bocado. Utiliza este recurso para presentar una nueva idea, reforzar algún tema y motivar a la experimentación. 

Esta modalidad de aprendizaje, llamada «aprendizaje del tamaño de un bocado», ofrece contenidos específicos en conocimientos o habilidades, lo que permite la optimización de la atención y una elevada flexibilidad. Es un enfoque educativo que enseña pequeñas unidades con la cantidad precisa de información para ayudar al alumno a lograr un objetivo especial. El claro ejemplo de este tipo de aprendizaje son las parábolas que Jesús nos enseñó y han perdurado hasta el día de hoy a través de su Palabra. El Nazareno sabía que era mejor adoctrinar con lecciones exactas a sus discípulos.

¿Cómo es esta modalidad? 

La enseñanza debe ser concisa. Se recomiendan clases de seis minutos como máximo y un sólo concepto clave por sesión. Puedes usar un libro normal o electrónico, un video, artículo, hojas de trabajo, experimentos, discusiones, un ejercicio rápido, un cuestionario interactivo o incluso un juego. Éstos mantienen a los alumnos sujetos al estudio en curso, también les ayuda a practicar y al mismo tiempo aprenden fomentando una mejor retención.

Nuestro Sistema Educativo te ofrece diferentes alternativas como LAM en línea, material de robótica y recursos que puedes descargar fácilmente de la plataforma que te ayudarán a aplicar el aprendizaje del tamaño de un bocado.

La enseñanza debe ser gradual. Es fundamental que se aplique por módulo y que no se presente el aprendizaje de una sola vez. Por ejemplo, si vamos a enseñar acerca del Sistema Solar, es importante dividir toda la información en bloques cortos y partir de lo general a lo específico, es decir, comenzar con referencias que expliquen la idea global, seguido de una explicación más a detalle. Iniciar con lo más sencillo dará confianza y entendimiento al estudiante para cuando llegue el momento de recibir lo más abstracto. Una de las lecciones puede tratar de la Creación, otra de los componentes y una tercera de las características de los mismos. Tus alumnos aprenderán conceptos periódica y gradualmente.

La enseñanza debe ser en espiral. Las unidades que conforman un tema deben de ir entrelazadas unas con otras produciendo conocimiento verdadero que permita al niño un razonamiento del cómo y el por qué de las cosas del mundo real. Aprovecha la inquietud de tus alumnos, sus preguntas, dudas y participaciones, tómalos en cuenta.

La enseñanza debe ser en contexto. No olvides aplicar contextos del mundo real al entorno de tu alumno y tener una armonía entre las actividades digitales y las acciones con papel y útiles, para que ellos puedan disfrutar al máximo el enfoque de este aprendizaje.

Recuerda que todos comemos un bocado a la vez. Los nutriólogos nos recomiendan que para tener una buena digestión, debemos masticar suficiente tiempo el alimento. Lo mismo pasa con la educación: un bocado a la vez. ¿Comenzamos?

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