«La lectura es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo». -Joseph Addison
Leer es una práctica que nos han tratado de inculcar desde que estábamos pequeños. Siempre hubo una maestra o maestro que te pidió leer un libro para luego hacerte preguntas o encargarte una tarea en base a lo que leíste.
Tal vez fuiste forzado a leerlo, pero lo que tu maestro deseaba era que tuvieras un acercamiento a la lectura y despertar en ti el interés por leer.
Leyendo diversos sitios encontré un dato del 2017 el cual decía que sólo el 53% de los niños de 9 años leen diariamente por placer (y es considerado bajo), mientras que los jóvenes de 17 años sólo lo hacen el 19%.
Esto nos dice que hay una decadencia en la lectura conforme un niño crece. Tal vez la pasión y amor por la lectura no se afianzó en su vida como debería.
Implementar la lectura recurrentemente en casa y en el salón de clases trae muchos beneficios, por ejemplo:
- Mejora el vocabulario y la comprensión.
- Estimula el cerebro.
- Aumenta la empatía.
- Reduce el estrés.
- Desarrolla la creatividad.
- Mejora el sueño.
- Aumenta el conocimiento.
Así que me gustaría brindarte algunas sugerencias según la edad o etapa de tu hijo para que sea un ávido lector.
Para niños de 0 a 5 años:
- Lee en voz alta a tu hijo, incluso si es muy pequeño para entender la historia.
- Ten una variedad de libros disponibles en casa (si es posible de diferentes texturas).
- Anima a tus hijos a hojear por sí mismos los libros, aunque no sepan leer.
- Incluye la lectura como parte de su rutina diaria, ya sea que le leas por las mañanas o antes de dormir.
Para niños de 6 a 12 años:
- Deja que tus hijos elijan los libros que quieren leer (en tu biblioteca en casa o si vas a una librería).
- Crea un espacio especial y cómodo para la lectura.
- Fomenta la lectura de libros relacionados a sus intereses (si ama los animales, que elija libros sobre animales).
- Toma un tiempo para platicar lo que tu hijo leyó y compartan ideas (este momento es ideal para fomentar el pensamiento crítico y la comprensión).
- Establece metas de lectura, por ejemplo, leer un libro cada mes (tú sabes cuánto tiempo).
Para adolescentes de 13 a 18 años:
- Permite que elija el libro que más les llame la atención en relación con sus intereses y desafíos personales.
- Proporciona un espacio tranquilo para la lectura.
- Lee el mismo libro que tu hijo y platiquen sobre él juntos.
- Fomenta la lectura de diversos géneros literarios y autores.
- Dale incentivos para la lectura (dinero para un nuevo libro, alguna tarjeta de regalo o descuento en alguna librería).
Si desde pequeños fomentas los hábitos de lectura, lograrás un adulto lector. Recuerda, no impongas. Permite que la experiencia sea poco a poco para que tus hijos disfruten y amen leer.