A sus seis anos, Ludwig estaba sentado a la mesa con su Biblia abierta, leyendo y orando, cuando de pronto un destacamento de soldados suecos irrumpio en el interior del castillo. Ludwig levanto la vista, vio a los soldados, y volvio a su oracion y su lectura biblica. Los soldados se detuvieron y dijeron que no podian saquear aquel lugar custodiado por Dios.