

Dile adiós a la prisa
Cuando un joven pastor se mudó a Chicago, llamó por teléfono a su mentor en busca de dirección. ¿Cómo podía tener salud espiritual? Después de contarle sobre los ritmos de su vida familiar y cómo su trabajo crecía a pasos agigantados, se escuchó una pausa del otro lado.